La denuncia fue presentada por Conaprole ante el departamento de delitos económicos de la Dirección General de Crimen Organizado e Interpol. La mercadería que no se vendía en el comercio era entregada al camionero para que fuera devuelta a Conaprole.
El camionero recibía 100 unidades del producto, devolvía la mitad a la planta pero le entregaban una boleta en la que constaba la devolución por el total de los artículos. Los productos que no llegaban a la planta eran vendidos por los transportistas y el dinero era repartido con los fiscalizadores que firmaban las boletas falsas.
La maniobra se venía haciendo desde agosto del año pasado. Entre los indagados figuran choferes de distribuidoras de Conaprole, fiscales de la cooperativa láctea y dueños de empresas transportistas.